La inocencia magisterial O de cómo las elecciones nos ciegan




A estas alturas del partido ya la inocencia deberíamos verla, por lo menos todos aquellos que nos dedicamos a la educación, como uno de los valores más importantes de nuestra niñez, esa que provee la frescura de arrostrar un mundo, que, de otra forma, parecería terrible, inhóspito, peligroso. Pero los docentes, tal vez contagiados por el contacto con la niñez y la juventud, todavía conservamos algo de ese candor infantil.

Creemos, por ejemplo, que la evaluación del desempeño desaparecerá, así, como por arte de magia, si no le prestamos atención; sin embargo, la realidad, aunque no la queramos enfrentar, es muy diferente. Tenemos ante nuestros ojos diversas opciones de lo que podrá suceder con este tema en el futuro cercano, muchos apuestan, por ejemplo, a que desaparecerá con el cambio de gobierno federal que parece tan próximo, pero en realidad está bastante lejano.

Pensemos en esa posibilidad por un momento: sucede que el pueblo mexicano ya está tan harto de los atropellos y saqueos que el partido en el gobierno ha realizado de forma tan descarada que de pronto toma una consciencia inusitada del valor de su voto y de cómo se juega el futuro con él. Entonces en las próximas elecciones del Estado de México, que ya son el 4 de junio (el domingo que viene, ni más ni menos), la candidata de MORENA, una maestra, por cierto, de quien se espera represente dignamente a este gremio, gana de manera arrasadora. No hay lugar a dudas, ni los acarreos, las compras de votos, los carruseles y desde luego toda la mapachería príista puede con ella, entonces la primera mujer en asumir el gobierno de una entidad tan importante, es además de maestra, una política de izquierda, con ideas progresistas y lo primero que hace es intentar dar marcha atrás a la reforma educativa en su entidad. Pero la reforma ya está aprobada a nivel constitucional, es decir, federal. La llamada reforma educativa ya ha sido “armonizada” a nivel estatal, lo cual quiere decir que está en marcha desde hace 4 años y para revertirla a nivel estatal, por lo menos, necesitará el apoyo del congreso estatal, el cual, por si no lo sabían, permanece en manos de los priístas (con 33 diputados), el partido de López Obrador solamente cuenta con 4 representantes y, siendo muy optimistas tal vez podamos pensar que el diputado del PANAL podría aliarse, por cuestiones de simpatías con el gremio, a una iniciativa de tal naturaleza; de todas formas esto reduce muchísimo la esperanza de que dicha intención pueda consolidarse. Sin embargo, continuando con la idea que muchos tienen que la evaluación podrá ser revertida si en el 2018 López Obrador llega al poder, pensemos por un momento. Vamos a dar por hecho que si Delfina Gómez gana en el Estado de México será un claro indicador que el PRI dejará el gobierno federal al siguiente año. Los cánones políticos, dictan, según muchos expertos en la materia, que quien gana el Estado de México ganará las elecciones federales. Demos por hecho esto, Andrés Manuel López Obrador llega a la presidencia el 1º. De diciembre de 2018. Desde luego se enfrentaría a la misma situación que Delfina Gómez, deberá esperar los tiempos legislativos, hacer alianzas con diversos partidos que, dada la naturaleza de su plataforma política, resultaría muy complejo o bien expide un decreto ese mismo día por medio del cual se suspende indefinidamente la Evaluación del Desempeño Docente.

Eso sería, desde luego en el panorama soñado por muchos profesores. Pero sin apasionamientos, sin afirmar o negar que esta posibilidad se convirtiera en una realidad, para el 1º. De diciembre de 2018 un mínimo de 300,000 docentes debió haber presentado su EDD, pues si consideramos que el proceso ya está en marcha en estos momentos y que se aplicará de septiembre a noviembre de 2017 podemos esperar que lo mismo suceda el próximo año, y el mínimo que puede convocar la SEP para ello es a 150,000 profesionales educativos en cada proceso. Así, para esos 300,000 docentes ya la expectativa de ser “rescatados” de la evaluación, habrá quedado en el olvido, no vendrá ningún “Chapulín Colorado” ni ningún súper héroe sindical inexistente a salvarlos de la inminencia del proceso.
No quiero sonar pesimista, simplemente pongo los hechos sobre la mesa, el negar la realidad no hace que desaparezca. Puestos en ella tenemos dos opciones:

1.- Prepararnos para enfrentar el proceso de la mejor manera, demostrándoles a las autoridades que estamos más que calificados para ejercer la docencia o

2.- Considerar la posibilidad de que si somos convocados a la evaluación (que sigue siendo obligatoria a nivel constitucional) tendremos que tomar una decisión al respecto de nuestro futuro, pues si no nos presentamos a ella seremos removidos de manera automática de nuestro cargo sin ninguna consecuencia para la autoridad educativa.



Creo que es tiempo de dejar la inocencia para nuestros niños y jóvenes y empezar a afrontar nuestros propios problemas, porque si los seguimos negando, en realidad no ganaremos nada… ¡Ah! Y por cierto, hasta el día de hoy, 1º. De junio, en que empieza la cuenta regresiva para el proceso de evaluación 2017 (a partir de hoy inician los 3 meses marcados por la propia autoridad para hacer llegar las notificaciones y tener a disposición de los docentes los materiales y cursos para prepararse para la EDD) no hay nada alrespecto, a ver si el día 5, una vez que hayan pasado las elecciones del Estado de México, aparecen “mágicamente” las listas de convocados al proceso desapareciendo, con ello, la falsa sensación de seguridad que muchos buscan con ansiedad… Ya veremos, dijo un ciego….

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