PLANEA al filo del abismo
Esto viene a colación porque, como muchos
saben, presido la Comisión Iberoamericana de Calidad Educativa, una ONG de
incidencia internacional y hemos tenido que realizar varias adecuaciones a
nuestro calendario en base a los intempestivos cambios de rumbo que ha llevado
a cabo la SEP en los últimos años, platicando con una colaboradora colombiana
me decía “¿No será que nuestra fuente no es correcta?” y esto es porque no
entiende como, basándonos en información pública, pueden haber tantos cambios
en la programación y desde luego en las decisiones en diversos rubros, desde
evaluación hasta modelo educativo, aunque Colombia no es primer mundo y está
muy lejos de serlo, lo cierto es que estos procesos tan intrincados y
dubitativos son totalmente inéditos para nosotros mismos, obviamente desde la
óptica de otro país resultarían inconcebibles y se pensaría que se tratan de
bromas o de francas estupideces, no lo afirmo pero si se parecen mucho…
En fin, pensando en todas las acciones que
tanto el Instituto Nacional para la Evaluación Educativa como la SEP han
llevado a cabo en los últimos dos años, nos debe haber quedado claro que se
trata de un franco enfrentamiento, cada vez más violento, entre ambas
instituciones. PLANEA ahora es la evaluación que se encuentra en el ojo del
huracán, que si se aplica, que si no se aplica, que se aplicará de manera
interna, que serán los propios profesores quienes la aplicarán y ¿quién la
calificará? Que los resultados no serán tomados en cuenta, y otro largo
etcétera. Esta prueba, que vino a sustituir a la famosa ENLACE, no ha sido
plenamente calibrada, los resultados de su primera aplicación fueron difundidos
pero maquillados con la excusa de que los frutos de la reforma todavía no se
podían medir. Si un sistema educativo no es capaz de evaluarse ¿qué elementos
puede tener la sociedad para conocer los avances o retrocesos en esta materia?
Sigo pensando y lo repetiré hasta el cansancio, que la evaluación no debe ser
el eje sobre el que gire la acción educativa, pero tampoco podemos borrarla de
un plumazo porque los resultados no convengan a los intereses políticos del
grupo en el poder. Diría mi abuela “les salió el tiro por la culata”. Y este
sólo es uno de los aspectos que nos mantienen en la incertidumbre en el ámbito
educativo.
Tampoco podemos dejar de lado el tema del
modelo educativo, ahora el “maestro” Nuño anunció que se presentará este año y
que durante los meses de julio y agosto (en pleno receso de verano) se llevarán
a cabo varios foros de consulta con expertos y con los propios docentes, mismos
que deberán desembocar en el tan anhelado componente pedagógico de la reforma,
pero resulta que para convertirlo en acción se debe pensar en el ciclo
2017-2018 o quizá hasta 2018-2019, lo cual exonerará de toda responsabilidad a
la actual administración ¿Pues no que las reformas eran la bandera con la que
iban a “mover a México”? Bueno, eso de mover si nos ha quedado claro y el
chiste no es nuevo, sabíamos bien que estábamos al filo del abismo ¿y ahora nos
mueven? Desde luego el paso ha sido hacia adelante, eso es definitivo.